miércoles, 11 de febrero de 2009

Clima veraniego y su incidencia en la produccion de Pasto (Ing Agr Rafael Pizzio-EEA Mercedes)

La producción vegetal de un sistema depende de muchos factores, pero las condiciones climáticas y sobre todo la temperatura y las precipitaciones son dos parámetros determinantes de la misma.
La producción de pasto de nuestros campos naturales y de las pasturas introducidas subtropicales está concentrada en siete meses del año (Octubre- Abril) y generalmente en estos meses la temperatura no es una limitante, pero si lo puede ser la falta de humedad en el suelo.
Existe una muy buena relación entre las precipitaciones ocurridas en los meses de verano y la producción de pasto para este periodo y esto explica gran parte de la producción anual.
Históricamente entre diciembre y marzo en Mercedes llueven aproximadamente 580 mm, en este verano para los mismos meses la precipitación fue de 304 mm, esto representa un déficit de casi 280 mm.
Para el mismo periodo la producción de los pastos cortos tiernos (valor Promedio de 20 años) es de 2900 kg de M.S./ha y en este verano fue de solamente 1470 kg M.S. /ha, esto representa un déficit de un poco más de 1400 kg.
Teniendo en cuenta la estacionalidad de la producción de pasto de nuestros pastizales, sabemos de la importancia que esta tiene en los primeros meses del año para acumular reserva para el periodo invernal. Si en este momento, ya acumulamos un déficit de 1400 kg de M.S., es poco probable que en los próximos meses se pueda revertir esta situación aún con condiciones climáticas favorables. Esto significa que a cargas normales, al ingresar al próximo invierno nuestros potreros tendrán 1400 kg menos de pasto. Dicho en otras palabras, si normalmente ingresamos al invierno con 2000 kg de M.S. (siempre considerando la misma carga) ahora tendremos 600 kg o sea un 70 % menos de pasto.
La situación desde el punto de vista forrajero es muy crítica y con pocas posibilidades de revertirse dada la época del año. Tenemos dos opciones ante esta situación: A) ajustar la carga a partir de este momento de acuerdo a la disponibilidad de M.S. de cada potrero; B) podemos especular con las condiciones climáticas y arriesgarnos a no bajar la carga y antes de ingresar al invierno realizar un balance forrajero, en función de este resultado ajustar la carga. Si la misma es excesiva, podemos optar por bajar la carga en este momento o ingresar al sistema algún tipo de alimentación extra. Esta última alternativa generalmente es la más costosa. Lo que es seguro, es que algo debemos hacer para enfrentar esta situación.
Informes:
Ing. Agr. Rafael Pizzio
pizzio@correo.inta.gov.ar
EEA Mercedes

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